Historia

En el siglo XIX Ernest Eitel decía que la casa tenía que estar protegida al norte por la montaña dragón y al sur por la montaña del tigre.

Los tradicionalistas son los de las escuelas de la forma y del compás.

Los de la forma estudiaban las formas de las montañas, y la del compás (luo pan) es una brújula en el medio rodeada de aros concéntricos con divisiones del zodíaco chino, con los 5 elementos, planetas, etc.

En 1880/6 Lin Yun, miembro de la secta Blackhats (sombreros negros) toma elementos de la escuela de la forma, agrega mantras tomados de la India y conjuros del budismo tibetano. Es el primer oriental que lo empieza a enseñar.

Escuela piramidal: en la base de la pirámide están los principios básicos del Feng-Shui y los complementa con arquitectura, colores, luz, etc.

El Feng Shui no es la solución a todos los problemas, sólo representa una de las muchas influencias que afectan a la vida de las personas.

Lo primero que hay que hacer es identificar el problema. Si ha vivido en el mismo lugar por algún tiempo, piense en la forma en que ha cambiado su vida desde que se mudó a esa casa. Cuando una persona se muda la vida cambia para bien o para mal, pero cambia.

En el Lejano Oriente, el conocimiento y el control de los flujos de energía sirven de fundamento para los sistemas de curación tradicionales como, por ejemplo, la acupuntura y el shiatsu, así como también para las artes marciales como el tai Chi, el Qi Kong y el aikido. A la energía se la nombra de diferentes formas. En China se la denomina Chi, en Japón se la conoce como Ki y en la India prana. En occidente no existe ningún vocablo específico, aunque algunas expresiones, como atmósfera, ánima, fuerza vital o espíritu tratan de describirla. El Chi es un concepto básico para la astrología oriental y para el Feng Shui.