Andamos y andamos, sin saber muchas veces hacia donde nos dirigimos, sin rumbo fijo en nuestras vidas, realizamos caminos, aprendizajes de mil y una materias, esperando que solamente con eso se nos soluciones el pago del peaje del camino a realizar, llegando generalmente tarde a la estación en donde hemos de coger el tren de nuestra vida, o simplemente el dejarlo pasar por miedo a que no es nuestro momento, o bien el pensar que esa oportunidad que nos ofrece ese tren, solamente no vale la pena, hasta que llega el momento que es tarde dándonos cuenta de ello cuando ya ha pasado, culpándonos una y otra vez que tendríamos que haber echo algo, y no lo hicimos, y quedarnos ahí, cuando lo que debemos hacer es levantarnos y empezar el camino que no quisimos coger en su día, ilusionándonos con cada paso que demos para así disfrutar desde el primer metro que adelantemos, y sentir nuevamente la esperanza y el vigor que nos da la vida para disfrutarla, de tal manera, como si fuera el ultimo minuto de nuestra vida.

No te quedes parado, en una situación que no te lleva a ningún lado, aprende de tu pasado, y recuerda que los recuerdos son para eso, para recordar y aprender de ellos, y que en el momento que te generan alguna sensación, alguna emoción, ya no lo recuerdas, o revives, y eso créeme, no es bueno, ya que no es el mismo momento, no son las situaciones de las personas que lo hicieron posible, y lo que tal vez fuera el mejor momento de tu vida, tal vez, se convierta en el pero de tu existencia.

Así pues, aprovecha tu recuerdos, tus experiencias, para crear nuevos e inéditas situaciones en las cuales disfrutes todas ellas como nunca las hayas disfrutado.

Y ahora, sabrías responderme HACIA DONDE VAMOS?