Todos nosotros nos comunicamos unos a otros a través de la palabra, e incluso en la mayoría de las ocasiones a través de las historias que contamos de nuestra propias vivencias, nuestros relatos, en realidad son un medio perfecto para mantenernos en contacto con aquellas personas de las cuales nos rodeamos. Es una manera de llenar nuestros propios vacíos, para establecer las relaciones necesarias para poder llenar estos espacios.
Estas historias además de servirnos para volver a conectarnos con todos aquellos que están a nuestro lado, son también una potente herramienta para poder conocer a nuevas personas. Pues cuando las conocemos, le solemos preguntar, que aficiones tiene, donde trabaja, de donde es, … Solemos escuchar las historias y comentarios de descocidos que explican cosas de si mismos, y clasificamos si eso que nos explica, coinciden con vivencias que nos han ocurrido o nos suceden en ese intenten de nuestra vida. Todo esto lo hacemos para encontrar un tema en común que nos vincule con ó ella. Explicamos y escuchamos para descubrir la existen de un interés reciproco con ellos.
La cuestión de todo, es saber si todos tenemos la verdadera capacidad de saber explicarnos, el poder contactar o llegar esas personas que tenemos delante nuestros o no. Cuando nos comunicamos con los demás constantemente alternamos el ser narrador con el de ser oyente, como un proceso diario de comunicación personal. Hay quien sabe contar anécdotas de forma casi intuitiva, pero la mayoría de todos nosotros , recurrimos ha historias que nos han sucedido, para poder conectar con los demás, o reemprender relaciones.
Una vez, leí en un libro una entrevista , en la cual se le preguntaba a un humorista que donde se había reído mas, la respuesta esperada era que seria en algún espectáculo, pero no fue así, el lugar donde mas se había reído, había sido en una comida con amigos, en una charla distendida, en la cual no se hablaba de trabajo en ningún momento, en la narración de historias que se explicaban de sus propias vivencias, recordando momentos del pasado de cada uno. Al fin de cuentas, es los que nos enseña la vida, los buenos momentos que pasamos y el aprendizaje que logramos adquirir de todos ellos.
Oír las historias de los demás puede ser útil para nuestra vida. Así pues, todos explicamos historias constantemente. De una forma u otra siempre estamos dispuestos a hacerlo, y la mayoría de veces lo hacemos de una forma eficaz. Nos aseguramos de que nuestro mensaje sea escuchado, aunque conseguir la atención de los demás no agota todos los aspectos posibles respecto a nuestras historias. Nosotros mismos escuchamos nuestras propias historias. Las empleamos como método para redefinir nuestras experiencias y darles un significado. Las historias constituyen un instrumento para interpretar y definir, puesto que aportan estructura a nuestro mundo y dan sentido a situaciones que de otra forma serían, en muchas ocasiones, caóticas.
Así pues me puedes responder a la pregunta:
Y TU, COMO TE COMUNICAS?
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